A pesar de la polémica que la denominada “Tasa Google” ha estado generando desde que se comenzó a plantear su implantación en Europa, parece que esta tasa digital seguirá adelante en España en cualquier caso, y el Ejecutivo ya ha anunciado que se implantará aunque no haya acuerdo con la Unión Europea.

La tasa Google fue planteada por la Comisión Europea como una especie de impuesto para gravar las actividades de las grandes multinacionales tecnológicas, para que las empresas paguen los impuestos donde desarrollen su actividad. España fue una de las impulsoras de la medida y en 2018 el Gobierno aprobó el anteproyecto de Ley del nuevo Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales.

La medida debía ser implantada progresivamente en todos los países de la UE, sin embargo hasta el momento no se ha llegado a un acuerdo. Nadia Calviño, ministra de Economía del gobierno de Sánchez, ya ha anunciado que la intención del gobierno es la aprobación de la tasa Google en España lo antes posible: “lo ideal sería que se llegue a un acuerdo global; y, en su defecto, a un acuerdo europeo. Solo si no se llega a un acuerdo en estos dos ámbitos tendremos que actuar a nivel nacional”, señaló la ministra.

Con esta tasa digital se pretende recaudar 1.200 millones anuales, provenientes de aplicar el 3% de gravamen a los servicios de publicidad online o la venta de datos, de empresas como Facebook, Amazon, Apple o Google.

El anuncio de la puesta en marcha de la tasa no ha sentado nada bien Estados Unidos, donde se considera que se está dando un trato injusto a sus empresas. El propio gobierno de Trump, a través del departamento de Estado de EE.UU, ya ha remitido un comunicado a sus embajadas para que avisen de posibles represalias a todos los países donde se podría aplicar este impuesto: “La administración Trump no se quedará de brazos cruzados ni tolerará ninguna discriminación contra compañías con sede en Estados Unidos”.