Los bancos online no han dejado de aumentar en número de usuarios año tras año, y España no es la excepción. De hecho, el 52% de la población española ya accede a sus operaciones financieras a través del móvil, convirtiéndose así en el quinto país de Europa en este particular ranking.

Sin embargo, hay todavía un alto porcentaje de población que se resiste a dar el salto al mundo digital cuando se trata de realizar operaciones con su dinero, y entre los motivos principales están las dudas sobre su seguridad.

Para quienes utilizan a diario bancos online, la disponibilidad ininterrumpida del servicio, la comodidad, o los servicios disponibles, son factores básicos, pero el factor más importante a la hora de decidirse por un banco u otro, es la confianza en que nuestros datos privados y nuestra información estén totalmente seguros y protegidos.

Las noticias que nos llegan sobre ataques informáticos de phising o pharming, virus, malware, o spyware, pueden resultar alarmantes y generar desconfianza, sin embargo en el caso de la banca online es algo muy poco habitual, ya que los bancos en Internet cuentan en la actualidad con unas medidas de seguridad informática muy elevadas.

Un banco debe generar confianza, y por ello no es de extrañar que las entidades financieras que ofrecen servicios online, invierten hasta tres veces más en seguridad que el resto de empresas.

Además de las claves de acceso, basadas generalmente en datos personales como el DNI, y una contraseña establecida por nosotros, las conexiones entre cliente y la aplicación o página web del banco online es siempre encriptada, utilizando una navegación segura (como podemos comprobar al ver el HTTPS en la barra superior del navegador).

Es también habitual que para realizar cualquier transacción financiera que implique una salida de dinero de nuestra cuenta, necesitemos de una segunda contraseña o acceso a algún dispositivo concreto (generalmente nuestro móvil), para confirmar la operación.

En todo caso, si queremos aumentar nuestra seguridad en Internet cuando utilizamos nuestro banco online, es importante seguir algunos consejos básicos pero útiles, que pueden ayudarnos a reducir cualquier riesgo:

• Revisar los movimientos de la cuenta o de las tarjetas de forma periódica. En el caso de que detectemos alguna transacción, compra o movimiento no autorizado, avisar inmediatamente al banco
• No llevar nunca encima las contraseñas o los códigos de seguridad de las tarjetas. Es mucho más seguro si podemos tenerlas memorizadas
• Utilizar siempre contraseñas complejas, con códigos alfanuméricos
• No abrir correos que puedan resultar sospechosos. Uno de los típicos métodos de intentar extraer las claves de los usuarios es mediante el envío de correos falsos que supuestamente vienen a nombre de nuestro banco. Debemos tener cuidado en este caso de no pinchar en ninguno de los enlaces de estos correos si no hemos confirmado previamente que se trata de un correo auténtico del banco
• Tener siempre activo en el ordenador o en el móvil un antivirus actualizado